El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón envió ayer a los Tribunales Superiores de Justicia (TSJ) de Madrid y Valencia la causa en la que investiga la presunta trama de corrupción conocida como 'operación Gürtel'. El hecho se produce ocho días después de que el magistrado anunciase su inhibición en el caso tras encontrar indicios de responsabilidad penal en cinco aforados autonómicos.
Garzón adoptó esta decisión un día después de que el PP interpusiera ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) una queja en la que criticaba que el juez se hubiera ausentado de España «sin haber cumplimentado aún el escrito razonado a los TSJ de Madrid y Valencia». Se trata, a su juicio de esta formación, de una «nueva maniobra irregular» del juez «que incluye notificaciones tan anómalas como ilegales».
El magistrado, que retomó la instrucción de estas diligencias a su vuelta del viaje a Guatemala que inició el pasado martes, dejó firmados el pasado lunes los oficios que contenían las exposiciones motivadas para hacer efectiva la remisión de la causa, según aseguraron fuentes jurídicas. No obstante, explicaron que problemas en el servicio de reprografía de la Audiencia Nacional impidieron la remisión hasta el viernes de las copias testimoniadas de las diligencias previas.
Queja del PP
El instructor adoptó esta decisión un día después de que el PP interpusiera ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) una queja en la que criticaba que el juez se hubiera ausentado de España «sin haber cumplimentado aún el escrito razonado a los TSJ de Madrid y Valencia».
Garzón volvió a tomar declaración ayer a José Tomás, sastre del presidente de la Generalitat valenciana, Francisco Camps. El sastre compareció en el Juzgado de Instrucción número 5 como testigo de la causa en la que se estudia un caso de corrupción.