El Tribunal Supremo acordó ayer anular la proclamación de las candidaturas del partido Askatasuna y de la agrupación electoral Demokrazia 3 Milioi (D3M) a las elecciones vascas del próximo 1 de marzo, que habían sido impugnadas por el Gobierno y por la Fiscalía.
Así lo acordaron los magistrados de la llamada Sala 61 del Tribunal Supremo a las 23.20 horas de ayer, por unanimidad, según informaron fuentes de este órgano judicial.
Tanto la Abogacía del Estado como el Ministerio Público alegaron que Askatasuna es un partido «dormido» y sin ningún tipo de actividad política que ha sido reactivado por ETA-Batasuna para concurrir a las elecciones con candidaturas supuestamente no contaminadas, a pesar de lo cual sólo doce de los 84 que integran sus listas no tenían relación con el entramado etarra.
Respecto a D3M, la Fiscalía y el Gobierno subrayaron que 82 de sus 84 candidatos tienen o han tenido relación con Batasuna o con otras formaciones también ilegalizadas anteriormente, como ANV o EHAK-PCTV.
Por primera vez no habrá ninguna lista 'abertzale' en unas elecciones al Parlamento de Vitoria, aunque aún falta la palabra del Tribunal Constitucional, ante el que se puede recurrir la decisión del Supremo. El TC deberá pronunciarse antes de la medianoche del próximo jueves, pero, de momento, las candidaturas de las agrupaciones electorales D3M (Democracia 3 Millones) y del partido Askatasuna están fuera de la contienda electoral.
La decisión del Supremo ha sido largamente deliberada (los debates comenzaron el pasado jueves y concluyeron a medianoche) y más costosa en el caso de Asktasuna que en el de D3M.
Por lo que respecta a las listas de las agrupaciones 'abertzales', la vinculación con la ilegal Batasuna era clara, empezando por las propias manifestaciones públicas de sus integrantes.
Pero en el caso de Askatasuna, el Supremo ha hecho una criba de las pruebas presentadas por el fiscal y el abogado del Estado.