El consejero Francisco Granados dijo ayer que es «absolutamente falso» que en su Consejería se haya «creado un departamento que tenga como finalidad el espionaje, el seguimiento o la vigilancia a persona alguna fuera de las funciones de su competencia», y que así lo refleja una investigación interna que ha hecho.
En su comparecencia en la Asamblea con motivo del supuesto caso de espionaje en la Comunidad de Madrid destapado por El País, el consejero madrileño de Presidencia, Justicia e Interior desveló que en la semana en que surgieron las informaciones de El País él mismo «ordenó» a la secretaria general técnica de su Consejería que «abriese una información reservada sobre esas cuestiones».
Relató que, inmediatamente, ésta «entrevistó a todos los altos cargos dependientes de la Dirección General de Seguridad relacionados con las informaciones aparecidas» y «tomó testimonio también a los asesores y personal eventual que se insinuaba que podían tener relevancia en ese asunto».
Tras explicar que todas esas averiguaciones han sido «infructuosas» y «absolutamente negativas», ha argumentado que por eso no ha adoptado «ninguna medida», porque no quiere «inculpar a nadie sin que se demuestre nada».
Granados reiteró en su comparecencia que «el Gobierno de la Comunidad de Madrid ni ha impulsado, ni ha amparado, ni ha conocido jamás» un hecho de las características publicadas por El País y se ha puesto a «disposición de cualquier comisión de investigación que la Asamblea plantee».
El consejero, que compareció a petición propia en la correspondiente Comisión parlamentaria de Presidencia, Justicia e Interior, aseguró tener una «absoluta tranquilidad» en este asunto y reclamó «prudencia» a la oposición».