La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, aseguró ayer que ella es la verdadera víctima en la presunta trama de espionaje político que salpica a altos cargos del PP madrileño, una intriga, señala, orquestada para cazarla. «Políticamente van a por mí, no les quepa ninguna duda», denunció.
Mientras, los grupos parlamentarios del PSOE e IU en la Asamblea de Madrid registraron una petición conjunta para crear una comisión de investigación en la cámara que «analice y evalúe las responsabilidades políticas derivadas del presunto espionaje político en la Comunidad».
«Yo en esto me siento una víctima, políticamente van a por mí, no les quepa ninguna duda y, por lo tanto, yo soy la primera interesada en que todo se aclare», afirmó Aguirre en la Asamblea de Madrid antes de participar en un homenaje a las víctimas del Holocausto.
La presidenta también se refirió a la decisión del titular del Juzgado de Instrucción número 47 de Madrid de iniciar diligencias previas y subrayó que si la Justicia ha decidido abrir el caso "en el que el PSOE madrileño se ha personado para ejercer la acusación popular" es porque «ha visto indicios de delito» tras la denuncia planteada por el Gobierno regional.
«Estoy convencida de que esto se aclarará y saldrá a la luz quiénes son los responsables de este asunto y quiénes hemos sido falsamente acusados de cosas que no hemos cometido en absoluto», sentenció la presidenta, que reveló que desde el año 2006 conocía la existencia de informes sobre Granados y González.
«En el año 2006, a mí me llamó el presidente del partido, Mariano Rajoy, para decirme que el tesorero tenía unos dossiers de los señores González y Granados. Inmediatamente, yo pedí a los señores González y Granados que hablaran con el tesorero y que aclararan cualquier asunto que pudiera parecer que ponía en duda su honorabilidad. Se demostró que todo ello era falso y calumnioso», aseguró.
Aguirre quiso añadir que tanto ella como el conjunto del Gobierno regional están «al servicio de los ciudadanos».