El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, declaró anoche que él no engañó a la opinión pública sobre el alcance que finalmente ha alcanzado el parón de la economía, sino que en todo caso pudo equivocarse al utilizar unas previsiones que no se cumplieron, y que eran las que manejaban todos los organismos internacionales. Durante su participación en el programa de La 1 de TVE 'Tengo una pregunta para usted', que tuvo a la crisis económica como asunto central, Zapatero negó igualmente haber prometido el «pleno empleo» en esta legislatura, y pidió «un esfuerzo colectivo» para salir de la actual situación. En su segunda intervención en este espacio, Zapatero respondió a casi 40 preguntas relacionadas, entre otros temas, con el paro, Irak y el aborto. El presidente se mantuvo fuera del atril buscando la cercanía de un auditorio ciudadano casi unánimemente preocupado por la crisis y el paro.
Zapatero insistió en su versión de que el frenazo de la economía parte de una crisis del sistema financiero internacional sin precedentes cuyo origen es EEUU, que se extendió en forma de colapso internacional en octubre y noviembre de 2008 y que obligó al Gobierno a tomar medidas, y que finalmente tuvo un impacto brutal en la economía. «Yo no engañé. Yo puedo equivocarme, pero no engañar, entonces (en el origen de la crisis) todas las previsiones de los organismos internacionales decían que España iba a seguir creciendo». Zapatero aprovechó para comentar que el número de sus asesores en Moncloa se eleva a 77.
La polémica sobre la recomendación de consumo de productos españoles también salió a la palestra, cuando un ciudadano de Valencia reprochó que los coches oficiales sean extranjeros. Zapatero dijo que los ciudadanos tienen que consumir en función de lo que tenga mejor relación calidad y precio, y que lo que conviene como país es hacer productos que mejor compitan con lo que se pretenda comprar fuera. No obstante, dijo tomar nota del asunto de los coches, y dijo que «si hay posibilidad» hará indicaciones.
El momento más emotivo del programa se produjo cuando Izaskun, una joven con síndrome de Down, provocó la ovación de los presentes cuando preguntó al presidente del Gobierno si estaría dispuesto a contratarla, y le reclamó que se cumplan las leyes para la integración laboral de los discapacitados. El presidente significó su ejemplo de intervenir en el programa, porque puede ser importante para que todos hagan un esfuerzo en favor de las personas con discapacidad.