La economía española se contraerá este año el 2%, el déficit público llegará al 6'2% del PIB y la destrucción de empleo llevará la tasa de paro al 16'1% de la población activa, según las nuevas previsiones que ayer publicó la Comisión Europea.
Además, mientras el resto de grandes economías de la UE volverá a crecer en 2010, el PIB español seguirá cayendo (el 0'2%), el déficit sólo se corregirá ligeramente (5'7%) y el desempleo continuará subiendo, hasta el 18'7% de la población activa.
Bruselas es todavía más pesimista que el Gobierno español, que el viernes revisó drásticamente sus cálculos y pronosticó una caída del PIB nacional en 2009 del 1'6% y que la recuperación comenzaría ya en 2010.
Sin embargo, el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, explicó ayer que España tardará más que sus socios en volver al crecimiento por el fuerte ajuste de la vivienda.
Almunia señaló que la corrección en este sector «es más difícil y toma más tiempo» que en otros y recordó el peso que tiene la vivienda en la economía nacional.
Según los últimos datos dados a conocer por Eurostat, la oficina estadística comunitaria, España volvió a liderar en noviembre pasado las caídas de la construcción dentro de la UE, con un retroceso del 9'6% respecto al mismo mes de 2007. En el conjunto de la eurozona, la producción de la construcción cayó el 4'7% y en la UE lo hizo el 4'2%.
Almunia también se refirió al elevado déficit por cuenta corriente de la economía española, «en unos momentos en que la financiación es un cuello de botella clave». El Ejecutivo de la UE atribuye la brusca desaceleración de la economía española (en 2008 el crecimiento fue del 1'2%, frente al 3'7% de 2007) al endurecimiento del mercado de crédito, que repercutió en el consumo privado y la inversión.
Dado que el acceso al crédito no ha mejorado y ante las negativas perspectivas del mercado laboral, el consumo de las familias sufrirá una fuerte contracción este año, en tanto que la inversión en equipo seguirá la senda descendente de la construcción residencial.
Bruselas considera, sin embargo, que las medidas fiscales adoptadas por el Gobierno, centradas en impulsar la inversión en infraestructuras, limitarán la caída de la inversión en construcción. La consecuencia más grave de la crisis se producirá en el mercado laboral.
El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, se mostró convencido ayer de que el paro en España no subirá hasta el 18'7% de la población activa en 2010, tal y como ha pronosticado la Comisión Europea. Señaló además que es «discutible» afirmar, como hace Bruselas, que los países con mayor peso de la vivienda vayan a tener más dificultades económicas.