El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, está dispuesto a ayudar al presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, a desmantelar el penal de Guantánamo, instalado en Cuba. Fuentes del Gobierno han manifestado la disposición favorable del jefe del Ejecutivo a reubicar en territorio español, previo acuerdo con los socios europeos, a los presos que serán puestos en libertad, en una ardua tarea que puede durar más de dos años.
El secretario de Estado para la UE, Diego López Garrido, afirmó ayer que sería «deseable» una respuesta conjunta de la UE en caso de que Obama hiciera una petición de acogida de presos de Guantánamo una vez que se cierre el penal. López Garrido recomendó esperar a la propuesta que pueda hacer Estados Unidos al considerar que existen muchas dudas legales sobre la situación jurídica de los internos de Guantánamo.
«Si Estados Unidos se dirige a varios países de la UE, sería deseable mantener un criterio conjunto a nivel europeo. Estaría bien, pero todo pasa por que haga la petición», explicó López Garrido. A su juicio, esta acción coordinada, como ya defendió Francia, serviría para «sentar un precedente» y evitar comportamientos distintos entre los socios europeos.
No obstante, el secretario de Estado insistió en que se trata de un caso «inédito y de enorme complejidad jurídica» que dependerá de cómo Obama plantea la clausura de la prisión militar, uno de sus compromisos para cuando llegue a la Casa Blanca a partir del próximo 20 de enero. «No es nada sencillo», comentó López Garrido, quien añadió que «no hay precedentes de personas que están en un país, pero que se van a otro para ser juzgadas o para estar en otra prisión».
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ya incidió el viernes en que la posible acogida por parte de España de presos de Guantánamo es una medida que plantea «serios problemas legales».
Zapatero, según fuentes diplomáticas citadas por 'El Periódico', es partidario de que Europa, y también España, pongan su granito de arena para contribuir a que el nuevo presidente de EEUU pueda cumplir su promesa electoral.
Estados Unidos comenzó a recluir en Guantánamo a combatientes afganos y presuntos terroristas de Al Qaeda a partir de enero de 2002 dentro de su plan de respuesta a los atentados de Nueva York del 11 de septiembre.