El 'comando Nafarroa' desarticulado la semana pasada estaba preparando una matanza de policías locales en la localidad navarra de Burlada, mediante la colocación de una pancarta con una bomba adosada que haría explosión cuando los agentes acudieran a retirarla. El plan para cometer este tipo de atentados ha sido descubierto en los archivos informáticos de uno de los detenidos, que fueron descifrados el pasado martes.
Al parecer, el 'comando' tenía previsto colocar el cartel o pancarta en un lugar público de Burlada, una población de unos 15.000 habitantes cercana a Pamplona y dejar debajo una bomba. Cuando los agentes municipales acudieran a retirarla, el explosivos se activarían.
Así lo confirmó ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, que también incluyó en la lista de objetivos del 'comando Navarra' otros, que calificó de «civiles» y de los que rechazó dar más precisiones porque «tienen cara y ojos».
Según Rubalcaba, ETA estaba «lista» para atentar contra algunos de esos objetivos, que no precisó, y por eso la operación policial tuvo carácter «preventivo». La Policía actuó cuando creyó que los terroristas se disponían a atentar. Así, añadió el ministro, se evitó «mucho dolor y mucho sufrimiento».
Este tipo de atentado ya se ha realizado en ocasiones anteriores, pero sólo contra ertzainas "como el cometido en Bilbao en noviembre de 2001 que costó graves heridas a dos agentes" y guardias civiles, tal el de Leitza de septiembre de 2002, en el que perdió la vida un miembro del instituto armado.