El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, aprovechará la cumbre iberoamericana de San Salvador para recabar apoyos a su aspiración de que España esté en la reunión de Washington del 15 de noviembre, en la que se afrontará la crisis financiera internacional.
A los objetivos tradicionales de España en la cita anual de los jefes de Estado y de Gobierno de Iberoamérica, entre los que se encuentra reforzar las relaciones bilaterales, en esta ocasión el Ejecutivo sumará el de hacer las gestiones diplomáticas que permitan su presencia en esa reunión de la capital estadounidense.
Entre el 29 y el 31 de octubre, el Rey y Zapatero participarán en las diversas sesiones de la cumbre salvadoreña, que tiene como lema Juventud y Desarrollo, pero que ha adaptado los trabajos a lo que más preocupa en la actualidad en el ámbito internacional: la crisis financiera.
De ella tendrán oportunidad de hablar los líderes iberoamericanos en las sesiones previstas a puerta cerrada y en las reuniones bilaterales que se sucederán a lo largo de los tres días.
España ya tiene cerradas algunas de esas entrevistas y, como es habitual, don Juan Carlos y el presidente del Gobierno mantendrán sendas reuniones con el presidente de México, Felipe Calderón, y con los presidentes de los países centroamericanos.
Pero, además, protagonizarán otra reunión con Calderón y con el presidente brasileño, Luis Inazio Lula da Silva, dos líderes de países integrantes del G-20, el grupo que tiene la cita el 15 de noviembre en Washington para abordar la crisis financiera internacional. Un buen momento, según fuentes del Gobierno, para que España insista en los argumentos que defiende para justificar su presencia en esa cumbre.
España llega a San Salvador, según el Ejecutivo, con la relación plenamente normalizada con Venezuela después del incidente de la cumbre iberoamericana del año pasado en Santiago de Chile, en el que el Rey espetó la frase «¿por qué no te callas?» al presidente Hugo Chávez.
En principio, no está prevista una reunión con él, aunque la agenda final no está cerrada y puede haber contactos que se cierren incluso una vez empezada la cumbre de San Salvador.
Es lo que puede ocurrir con la presidenta de Argentina, Cristina Fernández, para intercambiar puntos de vista sobre las repercusiones que pueden tener determinadas decisiones del Gobierno de ese país en las empresas españolas con intereses en él.
A priori, Zapatero se entrevistará a solas con los presidentes de El Salvador, Guatemala, Colombia, Bolivia, Chile y Paraguay.