El Congreso convalidó ayer por una amplísima mayoría los dos decretos-ley de medidas de apoyo a la banca, que entrarán en vigor antes de diez días, según prometió el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero.
Zapatero anunció en el debate de estas dos normas que el Gobierno aprobará un crédito extraordinario de 10.000 millones de euros ampliables hasta los 30.000 millones para permitir, en lo que queda de año, la compra de activos a las entidades financieras.
Zapatero, que aseguró haber recibido un informe «favorable» del Banco Central Europeo (BCE) sobre los decretos, informó asimismo de que la habilitación de los créditos necesarios para completar la dotación máxima del Fondo para comprar activos -50.000 millones- se incluirá en la tramitación parlamentaria de los Presupuestos de 2009, que comienzan a debatirse hoy.
El presidente también detalló las herramientas de control que tendrán ambas medidas, que, según informaron fuentes del PP fueron pactadas este fin de semana por el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, y el portavoz de Economía de los 'populares' en el Congreso, Cristóbal Montoro.
Zapatero confirmó en el pleno que los activos que adquirirá el Estado a partir de noviembre serán cédulas hipotecarias o bonos de titulización respaldados por préstamos de familias y empresas no financieras.
En cuanto a los avales que podrá conceder el Estado, insistió en que su objetivo último es el de reducir la incertidumbre que hay sobre las entidades para la financiación a medio plazo.
En cualquier caso, aseguró que estos dos decretos no son para apoyar a la banca, sino «a los 45 millones de españoles», e insistió en que las medidas revertirán en empresas y ciudadanos porque las entidades tienen que estar en condiciones de suministrar financiación, sin la cual «no hay ninguna posibilidad de recuperar el crecimiento económico y de crear empleo.
Además, señaló que no hay que pedir responsabilidades «por exceso» a «ninguna entidad financiera española», porque hasta ahora «han demostrado su solvencia», si bien prometió que si algunas entidades española tienen un problema, el Gobierno «intervendría».
El líder del PP, Mariano Rajoy, dio su visto bueno «por responsabilidad» a los dos decretos-ley, si bien reclamó al Ejecutivo un plan de rescate destinado a las familias y a las pequeñas empresas.
Rajoy aseguró que el efecto de las mencionadas iniciativas quedará «en nada» si no se acometen otras reformas «que se necesitan urgentemente», y advirtió de que los decretos no son la «solución definitiva» a la crisis, porque el sistema financiero seguirá teniendo dificultades si la economía real tarda en recuperarse y aumenta en exceso la morosidad.
Tras salvar los PGE gracias a su acuerdo con el PNV y el BNG, los socialistas están dispuestos a estudiar las propuestas fiscales del PP. La secretaria de Organizacio´n del PSOE, Leire Pajín, anunció ayer la disposición de su partido para estudiar «en detalle» las propuestas cuando las conozca pormenorizadamente, porque hasta ahora «no las han detallado mucho».