El tándem entre Joan Puigcercós y Joan Ridao dirigirá ERC como presidente y secretario general del partido en una apuesta de la militancia republicana por la línea oficial y la continuidad del gobierno tripartito, aunque el crítico Joan Carretero ha quedado segundo a cerca de diez puntos de Puigcercós. Según informó en rueda de prensa la portavoz de ERC, Marina Llansana, la militancia de ERC eligió ayer a Puigcercós presidente de Esquerra con el 37'22% de los votos (2.616 sufragios), mientras que Carretero obtuvo el 27'56% (1.937 votos), seguido de Ernest Benach con el 26'65% (1.875) y Jaume Renyer (8'10% y 569 votos).
Con una participación del 70'92% de los 9.923 militantes con derecho a voto, los republicanos escogieron también a Joan Ridao como secretario general del partido con el 37'52% de los votos, mientras que Rafael Niubó obtuvo el 23'79%. La sorpresa la dio el crítico Uriel Bertran, quien quedó último con el 18'42%, precedido de Rut Carandell (19'70%).
En la jornada electoral republicana han participado 7.036 militantes, lo que supone un 70'92% de los militantes, y se ha desarrollado con plena normalidad. La portavoz Marina Llansana hizo una «valoración muy positiva» de la jornada, ya que supone la constatación de que Esquerra «tiene una militancia implicada» y que «es el partido más participativo».
El resultado permitirá al tándem Puigcercós-Ridao liderar el partido durante los próximos cuatro años, ya que su candidatura, Gent d'Esquerra, consiguió globalmente cerca de un 38% de los votos y se impuso en nueve de las doce federaciones regionales. Aunque los sectores críticos sobrepasan el 37% global de los votos, las dos corrientes oficialistas-continuistas suman el 63%.
En este sentido, el sector «carodista» consigue asentarse como segundo sector en importancia dentro de ERC, aunque ha quedado muy por debajo del «sector Puigcercós», y esto quedará reflejado seguramente en la nueva ejecutiva que los nuevos dirigentes empezarán a negociar desde hoy con la vista puesta en el congreso del próximo sábado. Los otros dos miembros del tripartito respiran tranquilos ya que el triunfo de Puigcercós no debe significar cambios en la política actual de la Generalitat catalana.