El presidente fundador del PP, Manuel Fraga, instó ayer a reemplazar al magistrado Roberto García-Calvo «en este momento» porque «el equilibrio» que estaba previsto en el Tribunal Constitucional antes de su fallecimiento «es importante» para que pueda pronunciarse sobre el Estatuto catalán. El senador manifestó que la muerte de García-Calvo «ha complicado» la ratificación del texto estatutario que, a su juicio, es el que «más problemas» presenta porque «claramente tiene artículos inconstitucionales».
Antes de la muerte de García-Calvo, el pasado 18 de mayo, debían pronunciarse sobre la constitucionalidad del Estatuto catalán seis jueces del sector conservador y cinco del progresista. Sin embargo, la situación de empate actual de cinco magistrados de cada fuerza convierte en decisivo el voto de calidad de la presidenta del Alto Tribunal, María Emilia Casas.
Por ello, el ex presidente de la Xunta ha considerado que «uno de los más distinguidos y expertos» miembros del TC debe ser sustituido por «alguien que venga del mismo campo que él».
Su partido ha urgido al PSOE a tramitar en el Congreso de los Diputados la propuesta que realizará el PP para cubrir la vacante dejada por el leonés, ya que el magistrado ocupaba plaza en el Constitucional a propuesta de los «populares». «Vamos a ver si se cumplen los trámites», concluyó.
Asimismo, Fraga encomia el papel del Senado en los sistemas democráticos, pero advierte que aún no se le ha encontrado el sitio adecuado y avisa de que los países que no cuentan con una buena segunda cámara «lo han pagado muy caro».
En una entrevista con Efe, el senador apuesta por que ésta sea la legislatura que emprenda la postergada reforma de la Cámara Alta y recuerda que ya lo propuso el Gobierno socialista hace cuatro años aunque, reconoce, «lo cierto es que no se ha hecho nada». Para el veterano dirigente popular, que ya el día de la constitución de las Cortes expresó su deseo de ver iniciada esa reforma, hay un «hecho indiscutible», y es que los países que tienen una buena segunda cámara, «han tenido una más próspera vida constitucional».
Por ello, insta a que pueda cumplirse la voluntad del constituyente y se proponga una auténtica cámara, a la que «hasta ahora no se ha encontrado el sitio adecuado», objetivo para el que presentará pronto su anteproyecto. Fraga ve la reforma como la «coronación y la culminación del Estado de las autonomías» y entiende que «sería bueno» que saliera del propio Senado.