El ex presidente del Gobierno José María Aznar rompió ayer su silencio para hablar de la crisis interna del PP y apostar por recuperar un «proyecto sin complejos», en el que siempre se procure «jugar con los mejores y tener la voluntad de llamarles y de agruparlos en torno a un gran proyecto». Aznar ha hecho esta reflexión dos meses después de que el PP perdiera de nuevo las elecciones generales y de que se abriera una crisis interna en el partido en torno al liderazgo de Mariano Rajoy.
En una jornada organizada por la Fundación FAES sobre el euro, ha considerado que «es el momento de defender una política de hechos y no de embarrancarnos en palabrería que no conduce a ninguna parte».
Arropado por destacados miembros del PP, como Esperanza Aguirre y Manuel Fraga, ha recordado que las mejores cosas que hizo su partido se llevaron a cabo «juntos, con un equipo cohesionado capaz de defender un proyecto basado en nuestros principios, en nuestros valores y en nuestro sereno compromiso con España».
El presidente de honor del PP ha defendido un proyecto político nacional, reformista y abierto, impulsor del bienestar, comprometido con la libertad y la igualdad de todos los españoles, decidido y capaz de liderar la derrota sin transacción del terrorismo.
Momentos después de estas palabras, la presidenta madrileña, Esperanza Aguirre, advertía de que hay algunos «adversarios» políticos que quieren dividir al PP y dar a sus dirigentes «carnets de buenos y malos», y ha destacado que por supuesto a ella le corresponde el de «mala» cuando «esto no es así».