La banda terrorista ETA ensombreció el Día Internacional de los Trabajadores con dos bombas en la sede de Osalan en San Sebastián compuestas por tres kilogramos de amonal y otro artefacto explosivo en un edificio del Ministerio de Trabajo en Arriagorriaga, compuesto por cinco kilos de la misma sustancia. El ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, respondió a los tres atentados de la organización terrorista reiterando que la posición del Gobierno frente a ETA es «firme y contundente», al tiempo que subrayó que «el único camino que le queda a la banda terrorista es acabar en la cárcel».
Fuentes de la Ertzaintza confirmaron la composición de los tres artefactos explosivos con los que la banda terrorista hizo su aparición en el primer día del puente de mayo.
En el caso del atentado de San Sebastián, las dos bombas estaban colocadas en la parte trasera de la sede del Instituto vasco de Seguridad y Salud Laborales (Osalan), a sólo cuatro metros de distancia cada una; uno de los artefactos explotó por completo y el otro sólo una parte. Aunque en principio no se apreciaron daños reseñables, una inspección posterior determinó desperfectos en el interior de la sede de Osalan, donde, por efecto de la onda expansiva, resultaron afectados algunos techos.
Los dos artefactos explotaron sobre las 00.30 horas, después de que un comunicante anónimo que dijo hablar en nombre de ETA alertara a las 23.20 horas en una llamada a la DYA de Vizcaya de que «dos potentes bombas» harían explosión en el citado edificio. En el caso de la bomba que hizo explosión a las 00.00 horas en un edificio del Ministerio de Trabajo de Arrigoriaga, fue colocada un cuarto de hora antes de que explotara.
En este caso, no se produjo ningún aviso previo de su colocación y se registraron diversos daños en el inmueble, situado en un polígono industrial de la localidad, y en algunos de los vehículos estacionados en su interior.
Dado que los atentados podrían estar ligados al ingreso en prisión de la alcaldesa de ANV de Mondragón, Inocencia Galparsoro, Corbacho resaltó que «las decisiones judiciales hay que respetarlas» y que «es inadmisible el comportamiento de esta alcaldesa de no censurar el asesinato de un ciudadano», el ex concejal socialista Isaías Carrasco.