El presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, advirtió ayer que si no se adoptan medidas «valientes y agresivas» para paliar la desaceleración económica, a finales de año habrá medio millón de parados más. Díaz Ferrán hizo estas declaraciones en un almuerzo informativo organizado por el Foro ABC, en el que repasó los efectos que a nivel internacional y en España tiene la crisis de las hipotecas de alto riesgo («subprime») estadounidenses.
Según el presidente de la patronal, las medidas que se deberían adoptar para evitar que el paro aumente en 500.000 personas pasarían por un nuevo Plan Prever para la renovación del parque automovilístico, por el diseño de otro para el sector del turismo y por la supresión del impuesto de sucesiones y donaciones, que calificó de «injusto».
Otra medida que propuso es que se fomente la rehabilitación de los cascos históricos de las ciudades y que se encarguen de ello las constructoras que ahora hacen vivienda residencial y que se están quedando sin actividad.
Si se adoptan esas medidas, precisó Díaz Ferrán, se podrá pasar 2008 «más o menos mal», pero no se tendrán cifras «preocupantes de paro», y si no, habrá medio millón más de parados al final de año, ya que por cada vivienda que se deje de construir habrá dos empleos menos.
Díaz Ferrán dijo que uno de los aspectos que quiere plantear en la mesa de diálogo social es el análisis de por qué en EE UU la cifra de paro siempre se reduce a la mitad que en la UE. «Por algo será», señaló, y destacó la importancia de conocer la causa.
Díaz Ferrán aseguró además que los empresarios no creen que el bienio 2008-2009 sea «el mejor momento» para elevar el Salario Mínimo Interprofesional de los 600 euros actuales a 800, como prometió el PSOE.
En su opinión, «habrá que esperar a 2009» y ver si con un diálogo social «constructivo» se puede hacer de una manera más «pausada», porque en la situación económica actual «no es el mejor momento», sostuvo.
Sobre la reanudación del diálogo social, adelantó que próximamente se reunirá con el nuevo ministro de Trabajo e Inmigración, Celestino Corbacho, con quien espera tener un entendimiento «positivo» orientado a la creación de puestos de trabajo.