Efectivos de la Ertzaintza han encontrado los restos de la explosión de dos pequeñas bombas junto a un repetidor que no ha sufrido daños de relevancia, situado en el monte Izarraitz, entre las localidades guipuzcoanas de Azpeitia y Azkoitia, informaron fuentes del departamento vasco de Interior. Según esta fuente, un comunicante anónimo había alertado en nombre de ETA sobre las 11:00 horas de la colocación de un artefacto en el repetidor de Erlo, sin que los efectivos desplazados al lugar hayan encontrado los restos de estas dos pequeñas bombas hasta primera hora de ayer por la tarde, ya que las labores de búsqueda se vieron dificultadas por la niebla y la lluvia.
Al parecer uno de los artefactos había sido colocado en las proximidades del acceso a la instalación y el segundo en el interior del repetido.
El Gobierno vasco aseguró ayer que «la violencia es sólo violencia» y que ETA, con las dos bombas en un repetidor de Azpeitia, «vuelve a demostrarnos que no está dispuesta a abandonar el recurso a la violencia y que no está igualmente dispuesta a respetar la opinión unánime de la sociedad vasca».
En un comunicado, el Ejecutivo vasco condenó este atentado. Además, advirtió de que «la violencia es sólo violencia», por lo que el atentado llevado a cabo ayer es «un triste ejemplo más de que las bombas, las amenazas, las extorsiones y los chantajes de ETA no conducen a esta sociedad a ninguna parte». «La ciudadanía de este país aborrece la violencia y desea lograr un espacio de convivencia fundamentado en el respeto a las ideas de todos y en la paz», concluyó.