España tendrá 2'7 millones de habitantes más dentro de diez años, un periodo en el que casi todas las autonomías aumentarán su población, excepto cuatro de ellas, además de Ceuta y Melilla, donde el Instituto Nacional de Estadística (INE) prevé que disminuya. En el último padrón municipal del INE, a fecha de 1 de enero de 2007, la población empadronada en España superaba los 45 millones de personas, una cifra que en el año 2017 podría rebasar los 47'78 millones de personas, casi el 10 por ciento de ellos mayores de 75 años.
Así se deduce de los cálculos efectuados en función de las proyecciones de población del INE, llevados a cabo por el método de componentes, que trata de obtener ciertas hipótesis partiendo de la población residente en un cierto ámbito geográfico y de los datos observados en cuanto a mortalidad, fecundidad y migración. Considerando un primer escenario propuesto por el INE, en el cual las entradas netas de extranjeros en España evolucionan según la tendencia más reciente hasta el año 2010, a partir del cual se mantienen constantes. Con estos supuestos, Asturias, Castilla y León, Galicia, País Vasco, Ceuta y Melilla perderán población en este decenio.
Los casos más llamativos son los de la Comunidad castellanoleonesa, en la que el INE plantea una disminución de algo más de 39.700 personas; la asturiana, con 33.500 residentes menos, y la gallega, donde la población bajará en unos 32.000 habitantes. Por el contrario, la población residente aumentará en el resto de las comunidades autónomas, de manera más ostensible en Madrid y Catalunya, con unas 700.000 personas más en cada caso; Andalucía, con unos 400.000 residentes más, y la Comunidad Valenciana, con algo más de 300.000. Balears subiría hasta 1.185.474 habitantes, crecerá en de más 100.000 habitantes.