EUROPA PRESS-GUIPÚZCOA
ETA se hizo presente, y lo hizo de la manera más, cruel, vil y cobarde, la única forma en la que sabe hacerlo: matando. Su víctima fue Isaías Carrasco, ex concejal del PSE, que murió tras ser tiroteado junto al portal de su casa en Mondragón (Guipúzcoa). ETA le mató con saña en presencia de su mujer y de su hija asestándole hasta tres tiros por la espalda, que le alcanzaron en la cabeza y en el pecho y acabaron con su vida. Carrasco es quinta víctima de ETA esta legislatura y la primera que la banda terrorista asesina en Euskadi desde hace más de cinco años.
Fue sobre la una y media de la tarde a altura del número 6 de la calle Navas de Tolosa, en el barrio de San Andrés de Mondragón, cuando un etarra, vestido totalmente de negro, a cara descubierta y disfrazado, al parecer, con una barba postiza, disparó al menos tres veces «por la espalda» a Carrasco cuando salía del portal de su domicilio. Los disparos le provocaron heridas mortales «en la cabeza y el pecho», según confirmó el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba.
Carrasco salía de su casa, junto a su mujer y una de sus hijas, en dirección a su trabajo.
Y según relataron varios testigos, antes de que llegaran los servicios sanitarios, la mujer y la hija de la víctima intentaban cortar la hemorragia y animaban a Carrasco diciéndole «vas a salir de esta» mientras él, tendido boca arriba en la calle y totalmente ensangrentado, decía que no moviendo la cabeza.
La víctima fue trasladada hasta el Hospital de Mondragón donde ingresó a las dos menos diez de la tarde. Tras intentar reanimarlo en varias ocasiones, los médicos certificaron la muerte del ex edil socialista sobre las tres menos cuarto de la tarde. El fallecido, de 42 años, actualmente trabajaba como cobrador de un peaje y estaba casado y tenía tres hijos: dos hijas de 20 y 17 años y un niño de tan solo cuatro.