El líder del PP, Mariano Rajoy, prometió ayer terminar «con el bloqueo y paralización» al que el PSOE somete las obras del Pacto del Agua, garantizar el caudal ecológico y, con el agua que sobre, ayudar al resto de los españoles y «hablar con todos» para que «ganen todos» y termine esta «absurda polémica».
En un mitin de campaña en el Pabellón Polideportivo Príncipe Felipe de Zaragoza ante cerca de 7.000 personas, el candidato del Partido Popular a la Presidencia del Gobierno insistió en que con el agua que sobre -la que se tira al mar- se «ayudará a los demás» porque, dijo, «todos somos españoles».
«Si no hacemos esto, estamos condenados al desastre, que es a donde nos llevan los que no hacen nada», aseguró, antes de garantizar que hablará «con todos» y que acordará «con todos» porque quiere que «ganen todos» y que «se termine esta absurda polémica y división que no conduce a nada».
Por su parte, el jefe del Gobierno y candidato del PSOE a la reelección, José Luis Rodríguez Zapatero, señaló que quienes esperan ganar las elecciones con la abstención «es que tienen muy poca confianza en los españoles, en la democracia y aún menos confianza en ellos mismos».
Ante unos 5.500 simpatizantes que llenaron el Centro Insular de Deportes de Las Palmas, Zapatero se refirió a las declaraciones del secretario de Comunicación del PP, Gabriel Elorriaga, sobre la estrategia de su partido de esperar que la gente se quede en casa el día 9, y aseguró que «la abstención es el voto más triste», que contrasta con este país «alegre, decidido y con ganas de futuro».
«O sea, que tienen sólo expectativas de ganar si meten miedo a la gente con la economía y la inmigración. ¡Pero qué poco conocen a la España libre y democrática; este país no tiene miedo ni a la derecha, que ya es decir!», afirmó, antes de pedir el voto a la gran mayoría porque «yo quiero ganar con ninguna abstención».
Zapatero reiteró que la democracia «es más fuerte cuantos más votos haya, no cuantas más abstenciones».