El candidato del PP a la Presidencia del Gobierno, Mariano Rajoy, prometió ayer ocuparse de la Justicia si gana las próximas elecciones, para que sea «eficaz, rápida e independiente», porque, en su opinión, es imprescindible para mejorar la libertad y la seguridad de los ciudadanos. Durante un mitin de precampaña en el Frontón Adarraga de Logroño, al que asistieron unos 3.200 simpatizantes del PP, Rajoy desveló algunas de sus propuestas en esta materia, ya que la última legislatura ha supuesto un «gran deterioro institucional» y ha generado inestabilidad.
Partidario de una Justicia «eficaz, rápida e independiente», el líder de los 'populares' apostilló: «No quiero 'Bermejos' ni 'Condes Pumpidos', sino una Justicia en la que sean los jueces y no los políticos los que elijan al Consejo General del Poder Judicial».
Juicios rápidos
Su programa en esta materia incluye también extender los juicios rápidos, que el Tribunal Constitucional resuelva los recursos en un año, reformar el Estatuto del Ministerio Fiscal, reforzar el modelo del juez profesional y aprobar una nueva ley de enjuiciamiento criminal.
«Voy a ser el presidente del Gobierno de España», aseveró, antes de apuntar que el país no puede permitirse cuatro años más de inseguridad e incertidumbre, con un Gobierno «fuera de la realidad y desatendiendo los problemas cotidianos de los españoles».
Frente a José Luis Rodríguez Zapatero, al que retrató como un presidente «evanescente», «vacuo» y «embustero», que vive «en la luna» y que está «en la inopia», se ofreció a gobernar mirando el futuro, con «menos Franco, menos Memoria Histórica, menos república», cuestiones que «no importan a nadie» -agregó- y que, además, sólo generan problemas.
Por eso, razonó que, si gana los comicios, tendrá que hacer «exactamente lo contrario» de lo realizado en estos últimos cuatro años por Zapatero: «Ocuparnos de lo importante, de gobernar para las personas». En este sentido, se entretuvo en hablar de economía, de la reforma fiscal que impulsará y de la subida de las pensiones, al tiempo que acusó a Zapatero de ser «lisa y llanamente una amenaza real para la economía de las familias españolas».
El presidente del Gobierno, dijo, ha «dilapidado» la mejor herencia económica que un presidente español ha recibido en la democracia. Con el propósito no sólo de vencer, sino de convencer, subrayó que su campaña no será la del miedo, sino la de la esperanza y la ilusión.