EUROPA PRESS-MADRID
Los dos miembros del comando de ETA que atentó en el aparcamiento de la T-4 de Madrid-Barajas que permanecían huidos, Joseba Iturbide y Mikel San Sebastián, fueron arrestados ayer en la localidad de San Juan de Luz, en el sur de Francia, junto al supuesto etarra que les acogió. Según informaron fuentes de la lucha antiterrorista, el tercer presunto etarra detenido es José Antonio Martínez Mur.
Joseba Iturbide y Mikel San Sebastián permanecían huidos desde la detención de sus dos compañeros de comando, Igor Portu y Mattin Sarasola, el pasado día 6 de enero. Desde ese día, ambos se habrían refugiado en territorio francés, donde fueron acogidos por Martínez Mur mientras trataban de contactar con la estructura de ETA en Francia.
Precisamente el hecho de que estos dos etarras estuviesen intentado contactar con el aparato militar de la banda hizo pensar que su rastro podría conducir al jefe de los comandos de ETA, Garikoitz Aspiazu, alias 'Txeroki'.
Joseba Iturbide y Mikel San Sebastián integraban el comando que atentó contra la T-4, en el que fallecieron los ciudadanos ecuatorianos Diego Armando Estacio y Carlos Alonso Palate, junto a los detenidos el pasado 6 de enero en Mondragón (Guipúzcoa), Igor Portu y Mattin Sarasola, para quienes el juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz, que instruye el sumario sobre el atentado de la T-4, decretó prisión incondicional el pasado 22 de enero por su participación en el atentado.
Sarasola confesó a los agentes su participación, junto a Portu y San Sebastian, en el atentado de Madrid-Barajas, aunque la implicación de Iturbide no está acreditada. Así, Portu habría sido el encargado de realizar las llamadas de aviso a la DYA, Gara y al Parque de Bomberos de Madrid. La Guardia Civil le incautó tras su detención una nota manuscrita en la que figuraba el teléfono de estos últimos.
Su compañero de comando Mattin Sarasola apareció grabado en las cámaras de seguridad del aeropuerto abandonando las instalaciones de la T-4 el día del atentado y portando una maleta y provisto de una peluca castaña, una gorra, una mascarilla y una muleta.
Los cuatro, vecinos de Lesaka (Navarra), integraban el denominado 'Elurra', formado en 2001 y que había perpetrado atentados desde 2005.