A pesar de ello, el magistrado destaca que existen «indicios racionales de criminalidad» en su contra como responsable del Ejército ruandés. El principal testimonio que le incrimina fue aportado por un testigo que integraba un grupo de 11 militares encargados de la protección del presidente.
El testigo relató cómo, el propio Kagame, ametralló a entre 30 y 40 civiles después de que alguien advirtiera por radio de que un grupo de personas que circulaban por una carretera podían ser paramilitares. El actual presidente ruandés bajó del vehículo en el que viajaba y «sin mediar palabra» disparó una ráfaga que mató a las citadas personas.
En su auto de procesamiento, hecho público hoy, el juez indica que en la década de los 90 más de 4 millones de ruandeses fueron asesinados o desaparecieron «en el marco de un plan de exterminio por razones étnicas y políticas». Esta estrategia culminó con la invasión y conquista de la República Democrática del Congo.