Miles de vascos, más de 50.000, según fuentes municipales, pidieron ayer en Bilbao «respeto» a sus representantes en una manifestación en contra de la sentencia condenatoria en el «caso Atutxa», que PNV, EA y EB creen «antesala» de una estrategia en la que sitúan la causa contra el lehendakari.
Así lo consideraron los organizadores en un comunicado leído al término de la manifestación convocada por el tripartito del Gobierno vasco -integrado por dichos partidos- en defensa de las instituciones vascas y en contra de la condena por parte del Supremo al ex presidente del Parlamento Vasco Juan María Atutxa (PNV) y los miembros de la Mesa de la Cámara Gorka Knorr (EA) y Kontxi Bilbao (EB) por no disolver el grupo de Sozialista Abertzaleak en 2003.
Con la asistencia de los tres condenados; del lehendakari, Juan José Ibarretxe; y de los miembros de su Gobierno, la multitudinaria manifestación partió a las 18:20 horas de la plaza del Sagrado Corazón y concluyó una hora más tarde en el Arenal bilbaíno.
Los manifestantes discurrieron por la Gran Vía de la ciudad tras una gran pancarta con el lema, en euskera y castellano, «En defensa de nuestras instituciones», portada por ciudadanos sin relevancia política.
En segunda fila se situaron los tres condenados; Juan José Ibarretxe; los ex lehendakaris José Antonio Ardanza y Carlos Garaikoetxea; la presidenta del Parlamento Vasco, Izaskun Bilbao, y los dirigentes de los partidos convocantes Iñigo Urkullu (PNV), Unai Ziarreta (EA) y Javier Madrazo (EB).
La manifestación también contó con la participación de numerosos cargos públicos e internos de las formaciones convocantes.
Al término de la marcha, los representantes políticos e institucionales citados subieron a un estrado, desde el que se dio lectura a un comunicado, mediante el que exigió «respeto» para los representantes vascos.