La Guardia Civil detuvo ayer en Barcelona a 14 personas presuntamente vinculadas con el terrorismo islamista que habían adquirido material con el que pueden fabricarse explosivos y se planteaban conseguir otros elementos con los que realizar eventualmente atentados.
Los detenidos, doce paquistaníes, dos hindúes y uno cuya nacionalidad no ha sido revelada, han sido arrestados en una operación en la que se han registrado cinco domicilios y una mezquita en el Raval, en los que se ha hallado material que puede formar parte de explosivos o ser utilizado para fabricarlos, como cuatro temporizadores.
Así lo confirmaba en rueda de prensa el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, quien explicó que los detenidos estarían planteándose adquirir nuevos medios para fabricar explosivos y por tanto, «eventualmente realizar atentados violentos». Las fuerzas de seguridad han podido acreditar que este grupo estaba «un paso más allá de la radicalización ideológica», que mostraban otros detenidos en otras operaciones policiales desarrolladas en los últimos años, que tenían que ver más con la financiación y la captación de personas.
Los presuntos terroristas islamistas, que mantenían reuniones en algunos lugares no precisados y de quienes se desconoce si tenían contactos con grupos radicales islamistas, estaban «aprovisionándose de material susceptible de formar parte de explosivos» y «estaban ya en la fase de actividad», según Rubalcaba. «Cuando alguien tiene en su casa temporizadores, no hay más remedio que pensar que está planteándose acciones de tipo violento», subrayó el ministro, quien no obstante recalcó que por el momento no hay datos que permitan concluir que los arrestados planeaban un atentado inminente. La operación permanece abierta a la espera del resultado de los análisis químicos y el examen del material informático y los teléfonos móviles incautados a los detenidos, que han sido trasladados a la Dirección General de la Guardia Civil en Madrid donde permanecerán hasta que pasen a disposición del Juzgado de Instrucción número 2 de la Audiencia Nacional. Los análisis del material incautado permitirán determinar la veracidad de la información que la Guardia Civil recibió del Centro Nacional de Inteligencia y de otros servicios europeos sobre la posibilidad de que se estuviera preparando alguna acción terrorista en Barcelona.