El juez Fernando Grande-Marlaska ordenó ayer el ingreso en prisión incondicional del presunto etarra Martín Sarasola, alias «Luzia», al que acusa de la colocación de la furgoneta-bomba que estalló en la T-4 del aeropuerto de Barajas y del intento de atentado en la zona comercial de AZCA en Madrid.
Marlaska adopta esta decisión en un auto en el que también hace referencia a coincidencias en las manifestaciones de Sarasola y de Igor Portu, detenidos el pasado domingo en Mondragón (Guipúzcoa), en relación a las supuestas torturas que han denunciado que sufrieron a manos de la Guardia Civil tras su arresto.
El magistrado, que acuerda remitir testimonio del relato de Sarasola al juez de San Sebastián que investiga si hubo torturas, destaca que estas coincidencias en ambos relatos se han producido estando ambos incomunicados, «es decir sin contacto alguno con terceros».
Así, los dos han señalado que no se opusieron a la detención y que no fueron detenidos en un control como sostiene la Guardia Civil.
Sarasola, que se ha negado a declarar sobre los hechos de los que se le acusa, ha explicado a Marlaska que antes de ser llevado a los calabozos fue trasladado a una pista forestal «donde le golpearon» y recuerda el juez que Portu, al que ayer interrogó, «también habla de un paraje de esas características» en el momento inmediatamente posterior a la detención.