Las dos cooperantes de Médicos sin Fronteras secuestradas el 26 de diciembre en Somalia pisaron ayer suelo europeo. Lo hicieron en Madrid, donde fueron recibidas por los ministros de Asuntos Exteriores y Defensa, junto a numerosos familiares de la médico leonesa Mercedes García. Por parte de la enfermera argentina Pilar Bauza no acudió ninguno de sus parientes, pero sí lo hizo el cónsul del país latinoamericano en Madrid, a la espera de un futuro traslado a Argentina.
A su llegada a la base aérea de Torrejón de Ardoz, a las 20.30 horas, una hora más tarde de lo previsto, García y Bauza fueron saludadas por los ministros de Asuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, y de Defensa, José Antonio Alonso, así como por el embajador de Argentina, Carlos Betini, y el alcalde de la localidad leonesa de Cuadros, Marcos Martínez, de donde es natural Mercedes García. A bordo del Falcon 900 de la Fuerza Aérea española viajaba también la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Leire Pajín, desplazada desde el martes ante la inminencia de las liberaciones.
Familiares de la cooperante leonesa subieron al avión acompañados de un psicólogo unos minutos antes de la salida de ambas. Ninguna de las miembros de MSF quiso hacer a su llegada declaraciones a la prensa, algo que sí hizo el cónsul argentino, quien comentó el «determinante» papel de la diplomacia española en el proceso, donde jugó un papel predominante la «influencia de la política, y el aparente buen estado de salud de las cooperantes.
En este sentido, para el alcalde de Cuadros, «Mercedes está muy contenta y muy bien», aunque en el momento de la llegada no pudo hablar con ella. Por su parte, Pajín explicó que tuvo ocasión de conversar con la doctora a los pocos minutos de ser liberada. Pajín aseguró que García se encontraba «bien y con la enorme satisfacción de poder sentirse libre».