El presiente de la región somalí de Puntlandia, Adde Musse, aseguró que la médica española y la enfermera argentina secuestradas el miércoles «están absolutamente bien», según informaron ayer fuentes diplomáticas. Musse se reunió el sábado por la noche en la localidad somalí de Bosaso con el embajador de España en Kenia, Nicolás Martín Cinto, y con el encargado de negocios de la embajada argentina en Nairobi, Fernando Rolandelli.
Martín Cinto dijo telefónicamente a Efe desde Bosaso que en la reunión el líder del Gobierno regional «estuvo muy amable» y anunció que permanecería en Bosaso «hasta que se resuelva la situación». «Dijo que él es el primer interesado en que esto se resuelva», agregó el diplomático. «Me aseguró que (las secuestradas) están absolutamente bien», añadió.
La sede del Gobierno regional de Puntlandia está en Garowe, unos 400 kilómetros al sur de Bosaso, la principal ciudad portuaria de Puntlandia, una región del extremo nordeste de Somalia que goza de un régimen de semi autonomía.
La médica española Mercedes García y la enfermera argentina Pilar Bauza trabajan para la organización Médicos sin Fronteras. Fueron capturadas el miércoles pasado en Bosaso cuando cumplían con sus trabajos en esa ciudad somalí.
En una carta distribuida entre periodistas locales y difundida en un sitio de internet en somalí, los secuestradores anuncian que han pedido un rescate de 250.000 dólares para la liberación de las rehenes.
Por otra parte, Musse se ha comprometido a quedarse en Bosaso hasta que se resuelva el secuestro, según fuentes diplomáticas.
Inicialmente fuentes próximas a los secuestradores dijeron que una de ellas, sin detallar cuál, había resultado herida levemente durante el traslado.
Este tipo de acciones son la principal fuente de ingresos irregulares en esa región del nordeste de Somalia. Algunas veces se trata de secuestros de extranjeros y en otras de barcos que son apresados en las aguas por bandas de piratas.
También se mezclan rivalidades étnicas entre los clanes de la ciudad. Las autoridades sostienen que los secuestradores son del subclan Warsangeli, al que pertenece un ex ministro de Pesca al que Musse acusa de estar detrás del secuestro.