Para el vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, uno de los principales factores que ha provocado que los precios se disparen no es ni el encarecimiento de los combustibles ni la carestía de ciertos alimentos, como los cereales, sino que lo que ha inflado la inflación es que los ciudadanos españoles «no han interiorizado todavía lo que vale un euro». De todas formas, se mostró optimista y aseguró que la inflación «disminuirá y retornará» a tasas inferiores al 3%, aunque según sus previsiones, el descenso «no se producirá antes del mes de marzo».
Solbes cree que el euro ha tenido efectos inflacionistas en productos de bajo valor y en el diferencial respecto a Europa, ya que «no sabemos todavía que 20 céntimos de euro son 32 pesetas y que un euro son 166 pesetas», lo cual a su juicio provoca que en un bar los ciudadanos puedan dejar propinas de hasta el 50% del valor del producto.
En esta misma línea, el vicepresidente económico se mostró convencido de que «tenemos un impacto de no valoración de ciertos productos realmente significativa en este país y yo creo que esto es un problema de educación».
Sin embargo, el ministro reconoció, durante su comparecencia en una Conferencia Económica organizada por el PSOE, que la subida de precios que tuvo lugar en noviembre, en un 4,1% en tasa interanual, se debió al encarecimiento de los combustibles y de los alimentos, aunque aseguró que «es una evolución que nos preocupa por su impacto en la renta disponible de las familias, dado que nuestra economía ha mostrado una notable inmunidad ante los efectos de segunda vuelta, es decir, el efecto contagio del alza de estos precios sobre precios y salarios».