El presidente del Congreso de los Diputados, Manuel Marín, ha decidido abandonar la política y no presentarse a las próximas elecciones para dedicarse, desde el ámbito universitario, a la lucha contra el cambio climático y la defensa de un modelo económico sostenible y renovable. Marín deja la actividad política «satisfecho» y «sin reproches», según ha explicado él mismo, después de dirigir la Cámara Baja durante una legislatura «muy difícil y en algunos casos insoportable».
El presidente del Congreso no ha aceptado finalmente encabezar la lista en Ciudad Real de su partido para las próximas elecciones generales, un puesto para el que se perfila de nuevo la diputada Clementina Díez. Desde el PSOE, se respeta la decisión de este «referente» socialista.
Marín espera que los socialistas repitan la victoria en las siguientes elecciones y que la próxima legislatura sea «más tranquila, pacífica y creativa» que la actual. Los representantes de los grupos parlamentarios han coincidido en respetar la elección de Marín, celebrar su trabajo e independencia al frente del Congreso y destacar su empeño, finalmente fallido, en reformar el reglamento del Congreso.
Desde las filas del Partido Popular, Mariano Rajoy, ha declarado que el político socialista ha hecho «lo que ha podido al frente del Congreso en una legislatura que es difícil» y ha afirmado que en «él tendrá un amigo siempre».
El portavoz del PSOE en la Cámara Baja, Diego López Garrido, ha expresado el reconocimiento «unánime» de su grupo parlamentario a la labor de Marín, que ha demostrado gran «independencia», «imparcialidad» y «autoridad».
Marín puede retirarse «con la cabeza muy alta» y «orgulloso», ha resumido el portavoz de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida, quien ha considerado que el actual presidente es un «político de talla».