Tras la repentina dimisión del ex secretario general del PSOE valenciano, Joan Ignasi Pla, envuelto en un supuesto caso de tratos de favor, la vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, anunció ayer que, tal y como se esperaba, concurrirá a las próximas elecciones generales como número uno de las listas socialistas por Valencia para «representar a los valencianos y a las valencianas en las Cortes de España». Sin embargo, y aunque pudiera parecer lo contrario, alabó el «gesto decidido y generoso de Pla» que, en su opinión «ni por un segundo ha querido ser y plantear ningún problema».
El anuncio de ser cabeza de lista de su partido en Valencia fue recibido con una larga y emocionada ovación por parte de los asistentes al acto celebrado en el Palacio de Congresos de la ciudad del Turia, en el que participó la vicepresidenta. Durante el mismo, anunció que se trataba de «un día muy especial» para ella, ya que le venían a la cabeza recuerdos de la infancia que pasó en la Comunidad Valenciana. También confesó que se le agolpaban «las emociones» que eran «tan intensas» que le parecía que no le «cabían en el alma».
Por ello se comprometió a trabajar por Valencia y para que la comunidad sea «un espacio de innovación, de ilusión por el futuro y de futuro de progreso» ya que «cuanto más pasa el tiempo, más cerca te sientes de tu tierra, del lugar donde naciste». De la Vega explicó que siente «orgullo» por la Comunidad Valenciana.
La vicepresidenta apostó por «hacer grandes cosas juntos» con todos los socialistas valencianos» y se mostró «dispuesta a trabajar codo con codo» para «llegar a todos los rincones de esta tierra». También quiso «rendir homenaje» a «todos los socialistas de Valencia» por querer «transmitir día a día» el mensaje del PSOE, ya que son «la voz, el corazón y el alma del socialismo». De la Vega, defendió la «sonrisa cargada de ilusión» del PSOE frente a política de «cara de perro» del PP, y aseguró que el presidente Zapatero volverá a ganar las elecciones porque su proyecto «ilusiona a los ciudadanos».
El Gobierno socialista, según dijo, ha «encerrado el miedo y la fatalidad» que el PP intenta trasladar a los ciudadanos «en el baúl de los recuerdos» y, por contra, ha puesto «una sonrisa cargada de ilusión, esperanza y de trabajo».