El PP aceptó ayer «despolitizar» de forma «absoluta» el Valle de los Caídos, recinto que a partir de ahora tendrá entre sus objetivos «honrar y rehabilitar la memoria» de todas las personas fallecidas a consecuencia de la Guerra Civil y de la represión política que la siguió. Este es el contenido de una enmienda transaccional de CiU a la Ley de la Memoria Histórica, cuyo articulado fue aprobada ayer en la Comisión Constitucional del Congreso con el apoyo del PSOE, IU-ICV, CiU, PNV y grupo mixto (CC) y que pasará ahora al pleno de la Cámara Baja.
El nuevo artículo 16 de la ley, aprobado también con el apoyo del PP, prohíbe además que en el recinto del Valle de los Caídos se lleven a cabo actos de naturaleza política o «exaltadores de la Guerra Civil, sus protagonistas, o del franquismo». Asimismo, la Fundación que gestiona el monumento fomentará las «aspiraciones de reconciliación que hay en nuestra sociedad» con objeto de profundizar en el conocimiento de este periodo histórico.
Junto a esta enmienda, la Comisión aprobó también con los votos de todos los grupos parlamentarios, salvo del PP, la posibilidad de que los hijos y nietos de los exiliados tras la Guerra Civil puedan solicitar la nacionalidad española, un derecho que se extiende también a los miembros de las Brigadas Internacionales. Otra de las novedades sobre el texto remitido inicialmente por la ponencia y que ha sido modificado hoy en Comisión, obligará al Ministerio de Justicia a facilitar el acceso a las actas de defunciones de los Registros Civiles. El resto de la Ley -22 artículos y otras siete disposiciones adicionales- ha sido aprobado con los votos del PSOE e IU-ICV, el apoyo crítico del PNV, CiU y parte del grupo mixto, y el rechazo frontal del PP y ERC.
Pese a todo, el grupo popular sí apoyó finalmente aquellos puntos de la norma en los que se mejoran las ayudas y prestaciones para las víctimas de la Guerra Civil y el franquismo.
En su intervención, el portavoz del PP Jorge Fernández Díaz ha insistido, no obstante, en que se trata de una ley «sectaria» que «dinamita» el consenso constitucional alcanzado en la Transición. «Una de las dos Españas vuelve a helarnos el corazón», ha confesado Fernández Díaz, quien a renglón seguido ha acusado al PSOE de imponer que existan muertos «de primera y de segunda clase».