La asamblea general del Foro de Ermua eligió ayer en Vitoria a Iñaki Ezkerra como nuevo presidente de la asociación, después de que su ex dirigente Mikel Buesa y la junta directiva dimitieran en pleno el pasado 13 de septiembre.
La asamblea, que se celebró a puerta cerrada y en la que intervinieron cerca de treinta personas de las doscientas que integran la asociación, duró más de dos horas.
Después de la misma, Ezkerra, hasta ahora vicepresidente del Foro de Ermua, explicó que «el movimiento cívico sigue en pie, ya que hoy es más necesario que nunca para acabar con cualquier sombra de negociación con los asesinos y devolver el reconocimiento que se merecen las víctimas del terrorismo», porque, según dijo, «el Foro Ermua se levanta sobre la memoria de las víctimas».
Añadió que lo que le corresponde ahora como presidente es «tratar de hacerlo la mitad de bien y con la misma entrega y dignidad con que lo han hecho sus antecesores» Mikel Buesa y Vidal de Nicolás.
Precisamente, Mikel Buesa, quien anunció a principios del mes de septiembre su intención de participar en el nuevo partido que impulsan Rosa Díez y otros miembros de Basta Ya, y a quien se le pidió que dejara el cargo como presidente para «no comprometer la independencia de la organización», abandonó la asamblea sin hacer declaraciones.
Sobre este asunto, el nuevo presidente aseguró que «el Foro de Ermua es un esfuerzo colectivo, no una persona, y todos somos sustituibles».
Además, reprochó a los que hablaban de que en el Foro de Ermua había luchas de poder», ya que, según dijo, «aquí lo único que vamos a cobrar no va a ser dinero, va a ser otra cosa», y aseguró que «para este puesto no hay ninguna lucha de poder ni nada parecido, sino un sentimiento de responsabilidad».
Ezkerra explicó que el Foro de Ermua «ha sabido guardar silencio cuando no queríamos dar carnaza al enemigo, o no queríamos ver cómo disfrutaba la prensa nacionalista cuando decían que nos estábamos peleando, porque no era así».
Subrayó que la asociación «se compone del esfuerzo de muchos años, y que ha perdurado de milagro».