Los soldados Germán Pérez Burgos, de Badajoz, y Stanley Mera Vera, de Guayaquil (Ecuador), fallecieron hoy al explotar una mina al paso del vehículo blindado, dotado con inhibidor de frecuencia, en el que regresaban de una operación de la misión internacional de paz en Afganistán. El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, precisó que la explosión, reivindicada por los talibanes afganos, tuvo lugar a las 08:55 (hora española) en la carretera 517 cerca de Farah, cuando la rueda trasera derecha del vehículo BMR (Blindado Medio sobre Ruedas) que encabezaba una patrulla española de cinco vehículos, pisó un «ingenio explosivo».
En la explosión falleció también el intérprete afgano Roohulah Mosavi, y resultaron heridos graves los legionarios Rubén López García, Julio Alonso Sanjuán y Oscar Bertomeo Fernández, que fueron trasladados a Farah y que están pendientes de evaluación médica. Otros tres militares, el español Carlos Sotos García y los colombianos Carlos Arbelaez Hernao y David Ospina Montaño, fueron heridos de pronóstico «menos grave» en la explosión y han sido trasladados a la base española de Herat. Todos ellos pertenecían a la I Bandera Paracaidista, con base en Paracuellos del Jarama (Madrid).
Alonso compareció ante los medios de comunicación tras reunirse con el Jefe del Estado Mayor de la Defensa, Félix Sanz Roldán, quien le transmitió el informe «preliminar» de los hechos, que indica que el artefacto había sido colocado «para ser activado por presión». Explicó que la patrulla española participaba, junto al Ejército y la Policía afganas, en una misión de control de esta carretera, considerada «estratégica para el normal desenvolvimiento de la vida en Afganistán y que no puede estar controlada por la insurgencia».
En el momento de la explosión, la misión era de naturaleza táctica, pues la patrulla estaba empezando a regresar a la base Herat tras dar el relevo a una compañía italiana. Alonso recalcó que los militares españoles no estaban «ejecutando ninguna operación fuera de los planes operativos» de la misión ISAF de Naciones Unidas y dijo que este tipo de misiones se realizan «con mucha frecuencia».
En cuanto a la seguridad del BMR, aseguró que estos vehículos se encuentran «entre los mejores para este tipo de tareas» de los que poseen las fuerzas internacionales desplegadas en Afganistán. Además, dijo que su blindaje ha sido reforzado y que han sido dotados de inhibidores de frecuencia y mejores sistemas de transmisión. Negó que se hubiera producido algún enfrentamiento antes de la explosión y recalcó que las tropas españolas cumplen «absolutamente» con todos los protocolos de seguridad. El titular de Defensa trasladó sus condolencias a las familias de las víctimas, a las que brindó su «admiración» y su «recuerdo» al afirmar que «sirven a España» y trabajan «en un país duro y difícil, con toda profesionalidad y dedicación» «Vamos a estar con ellos y sus familias para todo lo que puedan necesitar», agregó Alonso quien añadió que está previsto que un avión medicalizado de las Fuerzas Armadas parta hoy mismo de Torrejón de Ardoz (Madrid) para trasladar a España a los heridos y los cadáveres de los dos fallecidos. El ministro aseguró que España mantiene su compromiso con la misión de la ONU en Afganistán, en la que participa desde 2002 y que cuenta con 690 efectivos, e insistió en que su objetivo es «evitar que el terrorismo controle el país» y abordar su reconstrucción.