El gobernador del Banco de España, Miguel Angel Fernández Ordóñez, recomendó ayer a los partidos políticos que «cuiden y midan mucho» sus promesas electorales para evitar que se pierda el superávit, «un activo importantísimo», máxime cuando no se sabe todavía el impacto de las turbulencias.
Tras comparecer en el Congreso, Fernández Ordóñez, respondió así sobre la incidencia económica que puede tener el anuncio del presidente Zapatero, de que a partir del próximo 1 de enero los jóvenes menores de 30 años con trabajo que alquilen una vivienda recibirán el aval del Ejecutivo durante seis meses, además de una ayuda directa de 210 euros mensuales.
El gobernador del Banco de España señaló que no quería hablar de medidas concretas, pero sí pidió «prudencia fiscal» y que se mantenga el superávit de la economía española, «que da una tranquilidad enorme a los agentes».
A su juicio, lo que «da tranquilidad a las familias y a las empresas es que los impuestos no van a subir, y que como mucho van a bajar», en cambio, añadió, «si tocamos eso y empieza a afectar al crecimiento, el problema es que a lo mejor en un futuro, si las cosas estuvieran mal dadas, habría que subir impuestos».
En este sentido, señaló que esto es lo que les ha pasado a otros países de Europa, frente a los que España está «en una situación de fortaleza y tranquilidad para enfrentarse a cualquier desaceleración», por lo que incidió en «ser muy cauto y muy prudente para que ese superávit se mantenga».
Durante su comparecencia, Fernández Ordóñez admitió que la turbulencia financiera internacional ha incrementado, «como en todas partes», la incertidumbre sobre el crecimiento de la economía española, «que está bien preparada para afrontar su impacto», sobre todo destacó el sector bancario.