El secretario de Estado de Seguridad, Antonio Camacho, afirmó ayer que «la mecánica de los hechos» indica que ETA quería atentar este pasado fin de semana con la furgoneta que explotó el domingo por la tarde en el municipio castellonense de Les Coves de Vinromà, aunque dijo que aún se desconoce el objetivo.
En una comparecencia ante los medios de comunicación en el Ministerio del Interior, Camacho dijo que ésta es la hipótesis que manejan las Fuerzas de Seguridad, ya que ETA no podía mantener por mucho tiempo el secuestro de la familia propietaria del vehículo, que se produjo el pasado viernes y que fue liberada ayer, sin que saltaran las alarmas. Camacho reveló también que la furgoneta Mercedes Vito roja habilitada como autocaravana fue detectada por la Guardia Civil el sábado en Castellón «gracias a la alerta ciudadana» al infundir sospechas, y que el vehículo en el que permanecieron retenidos sus dueños, una furgoneta Renault Scenic, fue encontrada esta tarde quemada en Francia.
Sin duda, ETA estaba detrás de la furgoneta que explotó. La banda terrorista robó el vehículo el pasado viernes en Francia y, repitiendo lo que ya hicieron en el atentado de la T-4 de Barajas, secuestraron a los propietarios -un matrimonio y su hijo de corta edad- que fueron liberados ayer en el país galo. Los primeros análisis estiman que la furgoneta, que los terroristas abandonaron ante la gran presión policial, contenía al menos unos 80 kilos de material explosivo que ETA pretendía utilizar, usando la propia furgoneta u otro vehículo, en un gran atentado. El pasado viernes cinco presuntos miembros de ETA secuestraron el pasado viernes en Las Landas a un matrimonio de Orio (Guipúzcoa) y a su hijo que habían viajado hasta el sur de Francia de vacaciones con su furgoneta. La intención de los etarras, tal y como hicieron el pasado 30 de diciembre en el atentado de la T4 que acabó con la vida de dos personas, era mantener en cautiverio a los dueños del vehículo hasta cometer el atentado para evitar que denunciasen el robo. Hoy fueron liberados a 142 kilómetros de donde fueron secuestrados, en la localidad de Ousse, próxima a Pau.
La hipótesis que se maneja en estos momentos es que un comando itinerante de ETA fue el que cargó con unos 80 kilos de explosivos la furgoneta y viajó con ella hasta Castellón a través o del paso fronterizo de Jaca o el de Perpingnan. La furgoneta llamó la atención de agentes de la Guardia Civil sospecharon el pasado sábado en el municipio de Les Coves, localidad a 45 kilómetros de Castellón. Los efectivos de la Benemérita comprobaron que no estaba denunciado su robo, y al comprobar que no era así no intervinieron.