La kale borroka dio en la noche del viernes un paso más en la escalada de violencia que protagoniza en las últimas semanas. En la localidad guipuzcoana de Mutriku, los violentos cambiaron los contendores, los cajeros y las sedes de los partidos políticos, sus objetivos particulares, por una patrulla de la Ertzaintza contra la que lanzaron dos cócteles molotov que, afortunadamente, no alcanzaron su objetivo. Una acción que los sindicatos de la Policía Autonómica Vasca lo califican de «intento de atentado» y que, afirman, demuestra que son un «objetivo prioritario» y hay orden de atacarles.
Fue sobre las once y media de la noche del viernes cuando un grupo de desconocidos lanzaron, desde un puente de la localidad guipuzcoana, dos cócteles molotov sobre una patrulla de la Ertzaintza que circulaba por el kilómetro cinco la carretera GI-638. Los violentos fallaron en su intento y los dos artefactos incendiarios no impactaron sobre el vehículo policial y cayeron en la carretera, por lo que no ocasionaron ningún tipo de daños.