El Cabildo de Gran Canaria entregó ayer las primeras ayudas a los damnificados por el fuego para que puedan cubrir sus necesidades básicas de comida y ropa, detalló el consejero insular de Economía y Hacienda, Luis Ibarra.
La institución insular ha habilitado una línea de ayuda de 300.000 euros destinada a las personas cuyas casas han quedado totalmente destruidas, unas 25 según las primeras estimaciones, o han sufrido daños parciales, en torno a un centenar.
Varios miembros de la corporación insular se trasladaron ayer a Fataga y Soria para entregar los primeros 28 cheques por un total de 55.000 euros a razón de 2.500 para quienes perdieron su casa totalmente y 1.000 para los que sufrieron daños parciales en sus viviendas.
La cantidad, prosiguió el consejero, es «irrisoria» para quienes lo han perdido todo, pero se trata de avanzar una primera ayuda para las necesidades más perentorias a la espera de que lleguen las aportaciones del Gobierno canario y central, que tardarán un poco más en hacerse realidad, comentó.
En total, la institución insular ha recibido un total de 460 solicitudes de ayudas y el martes continuará la entrega de cheques a las personas con problemas en sus casas, pues los daños en fincas y otras propiedades contarán con sus propias líneas de ayuda.
Esta es la primera medida tomada, pero si con 300.000 euros no es suficiente, explicó, el Cabildo de Gran Canaria, que aún no ha podido cuantificar con exactitud los daños porque apenas hace 48 horas que se controló el fuego, aumentará su presupuesto para este fin.
El presidente del Gobierno de Canarias, Paulino Rivero, constató ayer los daños ocasionados por el incendio en Tenerife, mientras que en Gran Canaria comenzaron a repartirse las primeras ayudas a los damnificados.
Paulino Rivero informó de que el próximo martes el Gobierno de Canarias concretará todas las líneas de actuaciones de apoyo mediante decreto, y que éste será complementario al real decreto ley que tiene previsto firmar el Ejecutivo central.
Adelantó que las primeras ayudas irán destinadas a los afectados por la pérdida de su primera vivienda, a los cuales la administración regional costeará los alquileres. Otra de las medidas más urgentes irán destinadas a los ciudadanos con pérdidas en sus producciones agrícolas y ganaderas, cuando éstas sean su principal actividad económica.
Rivero, adelantó que tiene previsto impulsar un plan de limpieza del entorno de los montes, «ya que toda esa maleza entre el monte y las viviendas en los núcleos urbanos ha sido el hilo conductor para que el fuego pusiese en riesgo muchas de las casas».
Asimismo, indicó que trabajará para conseguir que el Estado disponga de medios de emergencia, en forma de helicópteros y aviones especializados, con carácter permanente en Canarias.