El presidente del PP, Mariano Rajoy, insistió ayer en que considera conveniente acometer una reforma de la Ley Electoral y reiteró que será una de las medidas que lleve en el programa electoral con el que concurra a las próximas generales. Tras las elecciones municipales y autonómicas del 27 de mayo Rajoy, ya había expresado su disconformidad con el hecho de que a veces sean los partidos minoritarios los que decidan el color de un ejecutivo o incluso que sean ellos los que gobiernen. Por ello, el líder de los populares anunció ayer que una de sus «prioridades básicas» para la próxima legislatura es la modificación de la Ley Electoral, que tachó de «caduca» y «pasada de moda»
De hecho, los 'populares' han tratado de introducir este debate en la 'agenda pública' en varias ocasiones, especialmente desde que los resultados obtenidos en las elecciones del 27 de mayo arrebataran al PP el gobierno de baleares y les haya dejado en una posición delicada en Navarra, pese a haber sido los más votados en ambas comunidades.
En su discurso ante la Junta Directiva Nacional --máximo órgano del PP entre congresos--, el pasado 25 de junio, el líder de la oposición ya sentenció ante los suyos que resultaba «evidente» que la Ley Electoral requiere de acuerdos entre los dos grandes partidos.
«Pero también es evidente que hay un debate abierto en la sociedad. No hay que abrirlo, sino que está abierto en la sociedad sobre el hecho de que fuerzas políticas que quedan a sideral distancia del primer partido, del que gana las elecciones, al final terminen gobernando. Y sobre el hecho de que fuerzas políticas con un respaldo ínfimo acaben decidiendo la gobernabilidad de las instituciones», dijo entonces. Asimismo, en esa ocasión señaló al peso que tienen las fuerzas minoritarias a la hora de conformar gobiernos autonómicos y locales como posible causa de «la excesiva abstención» que se produce en las convocatorias electorales.