El comisario Enrique García Castaño, a quien el ex director general de este Cuerpo Agustín Díaz de Mera identificó como la persona que le habló de la existencia de un supuesto informe que relacionaba a ETA con el 11-M, desmintió ayer este extremo y aseguró que «nunca jamás» le dijo que la banda terrorista «tuviera una relación ni por asomo» con los atentados.
Así lo manifestó García Castaño, a preguntas del fiscal jefe de la Audiencia Nacional Javier Zaragoza, en la vigésimo novena jornada de juicio, en la que también declararon la cuñada y el suegro del suicida Jamal Ahmidan, «El Chino», el dueño de la finca de Chinchón y dieciséis TEDAX que participaron en la recogida de restos tras la explosión del piso de Leganés, entre otros.
García Castaño, que compareció amparado por el sistema de protección de testigos que le impide ser visto por el público, explicó que Díaz de Mera le llamó el pasado 28 de marzo después de que en su comparecencia en el juicio se negara a facilitar «su fuente» y el tribunal le abriera un procedimiento por desobediencia grave y le multara con mil euros. «Me dijo que estaba en una situación difícil y presionado políticamente», recordó García Castaño, que indicó que Díaz de Mera, apelando a su amistad, le pidió que se identificara, y añadió que estaba dispuesto a ayudarle «en lo que me pidiera pero que no me podía pedir que dijera algo que no es cierto».
Antes de interrogarle sobre el supuesto informe, el comisario relató que un día después de los atentados informó a Díaz de Mera, de que no tenían pruebas ni indicios que apuntaran a ETA, que lo que había «enfocaba clarísimamente hacia islamistas», a lo que éste respondió que «tiraran para adelante fuese lo que fuese» y «opinasen lo que opinasen otras personas», aunque no le precisó quiénes.