«ETA seguirá ejerciendo la lucha armada meientras no se reconozca la soberanía de Euskal Herria como nación». El etarra Igor González Sola realizó esta contundente proclama en el el juicio que se sigue en la Audiencia Nacional contra él y los otros cuatro integrantes del antiguo 'comando Donosti' de ETA desarticulado en 2005. Al inicio de su interrogatorio, González Sola, al igual que hicieron otros dos imputados -Iker Olabarrieta Colorado y Carmelo Laucirica Orive- reconoció su pertenencia a ETA y se negó a declarar ante «un tribunal español y fascista». Para ellos tres el fiscal pide 29 años de cárcel. Los otros dos procesados -Marta Igarriz Iceta y Jon Koldobika Garmendia- niegan su pertenencia a ETA y se enfrentan a una pena de 26 años.
Este último, durante su declaración, negó haber captado a Igarriz para integrarse en la organización terrorista. En respuesta a las preguntas del fiscal, explicó que conocía a la acusada porque había mantenido una relación afectiva con su hermana pequeña. Relató que en 2001 tuvo un accidente y hasta el 2004 estuvo en rehabilitación, sometiéndose a diversas operaciones quirúrgicas y que huyó a Francia cuando se enteró de que la Policía estaba detrás de él ante el temor de que su estado de salud empeorase. Allí se sometió de nuevo a una operación en el hospital de San Juan de Luz (Francia), localidad en la que el 7 de diciembre de 2005 fue detenido.