El ministro de Defensa, José Antonio Alonso, desveló ayer un ataque terrorista fallido el pasado 15 de marzo a unos 200 metros de las tropas españolas en Afganistán.
Su departamento no había informado del episodio, que se saldó con la única víctima mortal de uno de los dos civiles afganos que intentaban hacer estallar el explosivo «cabe pensar» -según palabras del propio ministro- contra el contingente español.
En su comparecencia ante la Comisión de Defensa del Congreso para informar sobre el atentado que el pasado 21 de febrero acabó con la vida de la soldado Idoia Rodríguez Buján, el ministro relató los ataques ocurridos desde el atentado de Shindand, primero el ataque suicida fallido registrado el pasado 13 de noviembre en el mismo distrito y, más recientemente, el episodio del pasado 15 de marzo.Alonso indicó que ese día se registró una explosión a unos 200 metros de distancia de las tropas, provocada por dos civiles afganos montados en una motocicleta que manipulaban un artefacto. La deflagración tuvo como consecuencia la muerte de uno de los civiles al manipular el citado dispositivo, que, según el ministro, «cabe pensar» que iba a dirigirse contra el contingente español.
Fuentes militares explicaron que los dos civiles adelantaron en la provincia de Farah (limítrofe con la zona sur) a un convoy español formado por varios blindados en una carretera que enlaza la región con la carretera de circunvalación afgana, el llamado «Ring Road».