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El atentado de Barajas en el que ETA mató a dos personas en Barajas y con el que puso fin al proceso de paz no ha supuesto para el PSOE la debacle que muchos le auguraban. Los socialistas mantienen una ventaja electoral de 1,2 puntos sobre los populares, la más escuálida en lo que va de legislatura.
Según los datos del barómetro del CIS publicados ayer, los socialistas obtienen el 38,8 por ciento en la intención de voto de los españoles, medio punto menos que hace tres meses. Al PP se le da un 37,6 por ciento, tres décimas por debajo de su dato de octubre. Lo que sí consiguió el atentado de Barajas es que, tras más de dos años, el terrorismo vuelva a ser el principal problema para los españoles, colocándose por encima de el paro, la inmigración y la vivienda.
En cuanto a la valoración de los líderes políticos, el presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero suspende pero sigue en cabeza mientras que el líder del PP, Mariano Rajoy, cae hasta el quinto puesto.Lo que sí es cierto es que tras la ruptura del proceso el PSOE obtiene su dato de estimación de voto más bajo de toda la legislatura, situándose por primera vez por debajo del 39 por ciento y muy lejos del 42,6 por ciento que obtuvo en las elecciones de 2004. El PP, en cambio con un 37,6 por ciento igualaría el resultado obtenido en las últimas elecciones generales. Esto en cuanto a intención de voto, pero entre los que ya tienen totalmente decidido su voto, la ventaja de los socialistas es mucho mayor y llega a casi los diez puntos, con un 29,1 por ciento para el PSOE, mientras que el PP sólo se apunta un 19,3 por ciento.