La economía española prosigue la senda de aceleración de los últimos años y creció el 3,8 por ciento en 2006 -tres décimas más que en 2005-, después de un cuarto trimestre en el que repuntó hasta el 4 por ciento, gracias a la pujanza del consumo y la inversión y a la mejora del sector exterior.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) publicó ayer el indicador avanzado del Producto Interior Bruto (PIB), que muestra, además del crecimiento del 3,8 por ciento en 2006, un avance intertrimestral entre octubre y diciembre del 1,1 por ciento, que fue del 4 por ciento en términos interanuales.
El crecimiento económico en España fue, de esta forma, 1,1 puntos superior al de la zona euro, donde el PIB aumentó el 2,7 por ciento en 2006, y nueve décimas mayor que la media de la UE, con un incremento del 2,9%, según los cálculos difundidos ayer por la Oficina Estadística Europea (Eurostat).
Fuentes del Gobierno recordaron que el crecimiento español en 2006 fue también mayor que el estadounidense y el japonés, y subrayaron que ha sido el más elevado desde el año 2000, mientras que el registrado en el cuarto trimestre fue el mayor desde el tercer trimestre de 2001. Los datos conocidos ayer confirman la previsión de crecimiento hecha por el Gobierno en el Programa de Estabilidad y también por el Banco de España, una aceleración que según el vicepresidente segundo, Pedro Solbes, se está manteniendo en los primeros meses del año a la vista de los datos de los que ya dispone el Ministerio de Economía.