El Sindicato Unificado de Policía (SUP), el mayoritario en el sector, considera que «el módulo de asistencia hospitalaria extrapenitenciaria» en el que se encuentra el etarra José Ignacio de Juana Chaos «no reúne las mínimas condiciones de seguridad».
Así lo sostiene en un comunicado de prensa en el que pide la dimisión de los responsables de Instituciones Penitenciarias y del Ministerio del Interior y de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández De la Vega, que en relación con la entrevista de De Juana en «The Times» admitió que «algo ha fallado» y que tenía que haber «consecuencias».
El SUP se refiere a las condiciones de seguridad del hospital en el que se encuentra el preso, un «mastodóntico centro sanitario plagado de laberínticos pasillos y visitado por varios miles de personas las 24 horas del día».
Añade que «hay varias formas de acceder al módulo de 'seguridad', que a día de hoy tiene un control de acceso casi ridículo, mediante unos medios técnicos fáciles de quebrantar hasta para un simple aprendiz de saboteador». Sobre las habitaciones del módulo, el SUP dice que «tienen idénticas características y equipamientos que las de cualquier otra habitación del centro», a excepción de unas rejas colocadas interiormente de forma horizontal que, en su opinión, «permitirían una fácil fuga» y «facilitan el suicidio de los custodiados por el sistema del ahorcamiento».
Las lámparas, los enchufes y los demás medios de equipamiento básico de las habitaciones son, según el sindicato, «idénticas a las de cualquier otra habitación», pero con «el agravante», apunta, de que en el suelo «existen tapajuntas metálicos susceptibles de utilizarse tanto para autolesionarse como para agredir a los funcionarios de la custodia».