El jefe del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, ordenó ayer suspender todas las iniciativas para desarrollar el diálogo con ETA, y garantizó que no habrá ninguna posibilidad de ese diálogo hasta que la banda terrorista no tenga una voluntad inequívoca de abandonar la violencia.
Zapatero informó de esa decisión durante una comparecencia en el Palacio de La Moncloa a la que asistieron la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, y el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y en la que calificó el atentado en el aeropuerto de Barajas de «absolutamente incompatible» con el alto el fuego declarado por ETA.
«El de hoy es el paso más equivocado e inútil que han podido dar los terroristas», subrayó el jefe del Ejecutivo, quien explicó que nada hay más contrario a los principios y condiciones establecidas en la resolución parlamentaria de mayo de 2005 que avalaba el diálogo con ETA, que este atentado.
En consecuencia, subrayó que, como no se dan las condiciones establecidas, ha ordenado «suspender todas las iniciativas para desarrollar ese diálogo».
Ante las preguntas por la posibilidad de que dé por roto el proceso de paz, explicó que «suspensión del diálogo representa que el Gobierno considera que no se cumplen las condiciones de la resolución parlamentaria».