El portavoz de la organización ilegalizada de apoyo a los presos de ETA Askatasuna, Juan Mari Olano, afirmó que el proceso de paz «está a punto de hundirse», por lo que la izquierda abertzale ha llamado a los ciudadanos a movilizarse. Mientras, el Gobierno restó importancia a las palabras del ex miembro de Herri Batasuna Txema Montero, quien aseguró que en dos semanas ETA podría suspender el alto el fuego y volver a asesinar, porque considera que sólo reflejan una opinión personal que no se fundamenta en ningún dato.
Olano sostuvo que «todas las luces rojas están encendidas» porque «la represión» y el proceso «democrático» son incompatibles y porque el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ha «dinamitado» las bases sobre las que se tiene que asentar la resolución del problema vasco.
Recordó que la mesa de partidos sigue sin conformarse y que, mientras, los Estados español y francés mantienen situaciones de «excepción» sobre el País Vasco, ya que desde que comenzó el alto el fuego de ETA se ha registrado una media de tres detenciones, dos juicios y 40 controles policiales cada semana.Fuentes del Ejecutivo insistieron, mientras tanto, en que el Gobierno mantiene las mismas expectativas ante el proceso y restaron importancia a las declaraciones de Txema Montero, al considerar que éste no tiene información directa.
Ante la situación de «colapso» que, a su juicio, vive el proceso de paz, ERC ha decidido promover un «foro» entre las formaciones nacionalistas representadas en el Congreso para exigir al PP y al PSOE una apuesta decidida por dicho proceso. Por su parte Batasuna afirmó en un comunicado que «todos los agentes implicados» saben que «sin Navarra, sencillamente, el proceso es impensable», mientras la moción del PP que el Pleno del Congreso iba a debatir sobre Navarra quedó aplazada.