La policía detuvo la madrugada del lunes en Ceuta a once personas que supuestamente formaban parte de una célula islamista aún en estado embrionario pero que planeaba perpetrar atentados en la ciudad autónoma y en la península «a largo plazo», según informaron fuentes de la investigación.
En la denominada «operación Duna», desarrollada por la Comisaría General de Información de la Policía y dirigida por el juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, fue intervenida «abundante» documentación que, según otras fuentes, vincula directamente a los detenidos con la organización Al Qaeda.
El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, señaló desde Argel que la operación se ha llevado a cabo cuando se ha observado que los integrantes de la célula planeaban pasar «del discurso fanático a la acción», por lo que consideró que las intenciones de los detenidos se han «cortado de raíz con sus detención».
La operación, que se inició en marzo de 2005 al detectarse actividades de proselitismo y reclutamiento entre jóvenes musulmanes para hacer la «yihad» o «guerra santa», se llevó a cabo la pasada madrugada en el barrio ceutí Príncipe Alfonso, donde la policía ha practicado varios registros en los domicilios de los detenidos. Como consecuencia de estas intervenciones, la policía se ha incautado de abundante documentación, además de libros, vídeos, cintas de audio, DVDs y CDs y material informático.También se han intervenido una pistola de aire comprimido, un machete de grandes dimensiones, teléfonos móviles y un chaleco anti-balas, aparte de documentación falsa, dinero en efectivo en euros y dirhams, una balanza de precisión, un bote de gas lacrimógeno y un cartucho sin percutir.
Fuentes de la investigación señalaron que los detenidos integraban una célula terrorista islamista que se hallaba en estado embrionario, por lo que consideran que aunque planeaban cometer atentados en el futuro aún no tenían capacidad para ello.