El ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y el secretario de Organización del PSOE, José Blanco, acusaron ayer al PP de practicar una «doble moral» en el proceso para el fin de ETA emprendido por el Gobierno.
Estas acusaciones de los dirigentes socialistas se produjeron un día después de que el Tribunal Supremo (TS) emitiera un auto en el que considera que no hay obstáculos para que los partidos políticos y la formación ilegalizada Batasuna tengan contactos siempre y cuando no haya una «orden expresa» que los prohíba.
El auto rechaza así una querella presentada por el sindicato Manos Limpias a raíz de la reunión de dirigentes socialistas vascos con integrantes de Batasuna el pasado 6 de julio.
La resolución del Tribunal Supremo, que avala por tanto las reuniones con la formación de Arnaldo Otegi, motivó que el presidente del PP, Mariano Rajoy, opinase que «no es moral» hablar con ETA de Navarra o de «hacer algo parecido al plan Ibarretxe».
Rubalcaba, en respuesta, afirmó que el PP pone en práctica con declaraciones así una «doble moral», ya que, explicó, cuando los populares mantenían contactos con Batasuna, se trataban de reuniones «morales», algo que sin embargo no ocurre cuando los contactos los mantienen dirigentes del PSOE. «Una vez que el Supremo ha declarado legales esas reuniones, Rajoy sale y dice que son inmorales y ese es un adjetivo que en boca del señor Rajoy, en relación con este tema, resulta inadmisible», añadió.
Para el ministro del Interior la decisión del TS es «importante» por cuanto, y recordó las palabras de la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, «abre un camino» que el PP, a su juicio, ha intentado obstaculizar en el marco del proceso de paz en Euskadi.
José Blanco aseguró que el Tribunal Supremo decidió lo que debía porque «no es concebible que reunirse con una persona pueda ser delito en un país democráticamente avanzado».