El director general de la Policía y Guardia Civil, Joan Mesquida, sostuvo ayer que el terrorismo de ETA «sigue siendo una prioridad para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado» (FSE) y aseguró que la situación creada con el proceso de paz «no ha supuesto, ni nunca podría suponer», dejación de sus funciones.
Así se pronunció durante su comparecencia en la Comisión de Interior del Congreso de los Diputados, donde expuso las líneas generales de la actuación de ambos Cuerpos, entre ellas la lucha contra el terrorismo y la mejora de la eficacia contra la criminalidad organizada, sobre todo contra el narcotráfico, el blanqueo de capitales y las redes de inmigración ilegal.
El responsable de los cuerpos policiales también se refirió a los niveles de seguridad ciudadana y anunció que se está ultimando la redacción de un nuevo plan para el próximo bienio a fin de mejorar la eficacia policial y que tendrá en cuenta los resultados obtenidos en los dos últimos años y la evolución de la delincuencia.
Sus primeras palabras se centraron en la nueva reestructuración del Ministerio del Interior, con la que se unifica el mando de ambos Cuerpos, aunque «se va mantener» no obstante «la propia idiosincrasia» de las dos fuerzas de seguridad, una de naturaleza civil y otra «militar», por decisión de la ciudadanía, pero las dos, subrayó, «policiales».