AGENCIAS-VITORIA/BILBAO/MADRID
Un grupo de encapuchados lanzaron ayer a medianoche ocho cócteles molotov contra el edificio de la Subdelegación del Gobierno en Àlava, en el centro de Vitoria, sin que se produjeran daños personales.
El ataque tuvo lugar en torno a las cero horas de ayer, cuando un grupo de seis personas, que iban encapuchadas y provenían de la zona del casco viejo, se acercaron a la garita que se encuentra en un lateral del edificio gubernativo y que en otras ocasiones ha sido objeto de atentados similares.
Allí arrojaron hasta un total de ocho artefactos incendiarios y botes con pintura que provocaron escasos daños materiales, según informaron fuentes de la Delegación del Gobierno.
El delegado del Gobierno en el País Vasco, Paulino Luesma, manifestó su «condena más rotunda» por este tipo de actos violentos y mostró su confianza en que «cuanto antes sus autores sean detenidos y puestos a disposición de la Justicia».
Luesma, quien recordó que «el Estado de Derecho no baja la guardia», concluyó que episodios violentos como éste «van en contra de los anhelos y la esperanza de paz de la sociedad».
Por otra parte, Eusko Alkartasuna (EA) ha exigido el cese de las acciones de violencia callejera, como la perpetrada ayer en Vitoria, «para poder avanzar en el proceso de pacificación y normalización política» abierto en el País Vasco.
EA ha condenado, a través de un comunicado, el lanzamiento de cócteles molotov registrado la pasada noche contra el edificio de la subdelegación del Gobierno en la capital alavesa.
En la misma nota, este partido destaca que estos ataques son «inadmisibles, máxime en un momento como el actual, en el que se esta trabajando para resolver definitivamente el conflicto político que vive el país».
En el contexto de la violencia protagonizada por el entorno abertzale, algunos presos de la banda terrorista ETA han mostrado su desacuerdo y descontento con el comportamiento del ex dirigente etarra Francisco Javier García Gaztelu, alias 'Txapote', ante el tribunal de la Audiencia Nacional, según informaron fuentes penitenciarias. Los reclusos etarras no ven adecuadamente sus reacciones airadas y desafiantes en un momento en el que hay un alto el fuego permanente por parte de ETA y en el que esperan conseguir una salida para su situación, aunque en algunos casos no la contemplen a muy corto plazo.Según las fuentes consultadas, algunos internos de ETA mantienen su esperanza de poder salir de prisión y rehacer sus vidas. Por ello, han visto los altercados organizados por 'Txapote' ante los tribunales como un dato negativo para su futura reinserción social. En este sentido, los internos no quieren que se les vea como personas hostiles o violentas, que es la imagen que dio 'Txapote' con su comportamiento en la Audiencia Nacional.